miércoles, 7 de diciembre de 2011

Suerte, mala suerte y perdida

Un silencio sepulcral inundaba la sala, una humedad sofocante perturbaba los sentidos del valeroso elfo que se adentraba en tan peligroso laberinto que le costó la vida a su amigo el Arlequín…

No habían transcurrido ni cinco minutos en su incursión por el laberinto cuando vio la bola de la suerte de su difunto amigo, la recogió con cuidado la observo unos segundos, probablemente fue en ese punto donde falleció, ¿pero como? se dispuso a guardar la bola en su mochila cuando tuvo una idea:

-Normalmente suelen haber trampas en estos lugares, quizás si…

El elfo hizo rodar delante de él la bola y justo a escasos metros de él una cuchilla giratoria hizo aparición delante de él, la bola al ser tan pequeña no fue alcanzada por el objeto, así que sin más dilación el elfo deslizo su mochila por el suelo, imitando el trazo de la bola en su movimiento, el mecanismo volvió a activarse y de la misma manera que la bola no fue alcanzada, su mochila tampoco, ahora era su turno, ahora maldecía los bollos que comía durante su estancia con los medianos, y deseaba que su leve, pero notoria circunferencia en la zona abdominal no sufriera percance alguno, cogió carrerilla y justo antes de llegar se dejo caer hacia atrás flexionando las piernas, pasando a unos milímetros de la afilada cuchilla…

-Uf, suerte de que es suelo estaba algo mojado. Pensó Duncan en voz alta.

Guardo “la bola de la suerte” y continuo por angostos y tortuosos pasillos en los cuales supero varias trampas que para su entendimiento resultaban bastante simples, tras varias horas  llego a una sala amplia, circular, con varias puertas en la circunferencia, al adentrarse en la sala, la puerta por la que entro se cerró y la pared de la sala comenzó a moverse hacia la derecha rápidamente, luego hacia la izquierda, y vuelta a empezar, Duncan se movía hacia todos lados intentando seguir la puerta por la que había entrado, pero pronto la perdió, y al poco de perderla la pared dejo de moverse.

Nuestro héroe, no sabía qué hacer, decidió guiarse por su intuición, se acerco a una puerta y justo antes de abrirla, tubo una idea, quizás la bola le seria de utilidad de nuevo, la saco de su mochila y el dejo caer, la bola para su sorpresa comenzó a rodar.

-Parece que la sala esta inclinada, sorprendente. Pensó el elfo

La bola rodo y rodo y termino por pararse en una puerta, el elfo la miro, puso la mano en el pomo, para abrirla,  pero antes de hacerlo se agacho para coger la bola, al guardarla en su mochila, dijo en voz alta:
-Pobre Arlequín.

Tras guardarla, se giro y en vez de abrir la puerta puso rumbo a la de enfrente y la abrió,  y pudo ver, al final de la sala que tenía delante una puerta de acero, como las que daban a la salida,  corrió hacia la puerta de la sala siguiente, pero al oír cómo caía un rastrillo en el marco de la puerta que acababa de atravesar, instantaniamente noto que algo iba mal, y observo como una criatura aterradora, con forma de humano esmirriado, pero de ojos rojos como fuego y enormes dientes afilados, dejaba lo que estaba haciendo y como si de un depredador sediento de sangre se tratara, se dirigió medio agazapado hacia Duncan, el cual observo aterrado como lo que esa criatura había tirado al suelo no era otra cosa que una mano, rápidamente reconoció  horrorizado que era la del espadachín…

-Mierda mierda mierda. Decía el elfo mientras pretendía mantener a ralla con la punta de su espada al horribles ser que se quería abalanzar sobre él.

Mientras retrocedía, el elfo tropezó con un hueso que había en el suelo y la criatura no perdió la  oportunidad abalanzándose sobre nuestro héroe.
Pero ese no era el día en el que la muerte se llevaria a Duncan, quiso el destino que con la caída el filo de Duncan quedara perpendicular al suelo, atravesando fácilmente a la criatura al abalanzarse tan violentamente sobre el elfo, causándole una muerte casi instantánea.

Duncan aun aterrado se quito al ser de encima, y se incorporo velozmente,  respiro profundamente y conforme su corazón se tranquilizaba miro a su alrededor, y vio con estupor como los huesos que había en la sala  se amontonaban  formando la estructura ósea de un hombre, Duncan saco el filo del extraño ser que yacía muerto en el suelo y salió como perseguido por el diablo corriendo hacia la puerta la abrió, entro en la siguiente sala y conforme cerraba vio como lo que antes era un esqueleto se había convertido en otro de esos seres, el cual salió corriendo y comenzó a devorar a su congénere muerto…

Clavo su espalda en la puerta de acero y mientras resbalaba por la puerta hasta dejar sus posaderas en el suelo pudo ver bailando y loco de alegría a Trylio que festejaba que Duncan lograra completar la iniciación…

Conforme dejo de bailar Trylio dijo:
-Bien vuestro compañero Gray despertó, así que ha llegado el momento de que vosotros los nuevos integrantes del gremio conozcáis al líder de nuestro grupo, el cual como ya sabéis nombra un instructor para cada uno a fin de que mejoréis vuestras capacidades únicas. Mientras decía esto el misterioso “señor del hielo” esbozo una sonrisa…

Trylio ayudo a incorporarse a Duncan y le hecho una mirada de arriba abajo, tras lo cual perplejo le dijo:
-Parece que no estáis herido…

-Bueno me duele un poco la cabeza. Le respondió Duncan echándose una mano al lugar de la cabeza que golpeo el suelo cuando tropezó.

-Eso se cura con cerveza. Dijo Gray mientras se incorporaba de una de las camas.

Los tres rieron con el comentario, mientras el señor del hielo se levantaba de su asiento y camino hacia la puerta de salida junto con su lobo…

-¡Vayamos pues! Grito alegremente Trylio.

Tras caminar un poco por aquel complejo, llegaron a una sala grande, con una forma similar a la que tiene la capilla de una iglesia, la cual a los lados tenía un montón de armas y trofeos de todo tipo.

Justo donde se situaría el atril se encontraba un sillón de madera negra, probablemente de la conocida madera elfica llamada “maderaoscura”, los reposabrazos del magnífico asiento estaban decorados con dos cabezas de león hechas en oro, su respaldo poseía unos grabados preciosos y estaba coronada por una escultura tallada esta vez en madera de roble  por dos dragones que luchaban entre sí
.
Sentado en la silla estaba un hombre mayor, muy musculado, con una imponente armadura negra, decorada con tonos dorados y cabe destacar unas pieles de tigre colocadas como decoración sobre las hombreras de su armadura, a su lado, apoyada en el sillón una preciosa lanza, la cual probablemente sería su arma favorita. 

A sus lados había dos hombres uno alto y encapuchado, y al otro uno bastante bajito pero muy fibroso, que portaba unos extraños ropajes de entre los cuales debe nombrarse un extraño tocado emplumado que portaba a modo de sombrero…

El primero de estos dos hombres, Duncan lo catalogo como un mago o hechicero, pues potaba un cayado típico de esta clase de individuos, por otro lado el hombre bajito resultaba bastante esperpéntico no solo por su aspecto, bastante peculiar sino por el imponente  aunque extraño Sable que en vez de llevar del cinturón estaba, a causa de su tamaño, obligado a llevar a la espalda.

-Mi buen señor Zamael, aquí le traigo a los nuevos compañeros del gremio, los cuales esperan ansiosos su beneplácito así como que les designe un maestro. Dijo Trylio mientras clavaba una rodilla en el suelo.

El poderoso Zamael se disponía a hablar cuando de una puerta secreta que había en uno de los laterales de la sala, salio un enano gritando:

-Siento llegar tarde, tuve una trifulca en el bar. La sangre de Duncan se helo al reconocer al enano como el antiguo dueño del dinero de su inscripción…

-No hay problema,  maese Graves, estaba a punto de hablarle a nuestros nuevos compañeros. Dijo Zamael.

El encapuchado del bastón,  coloco su mano en la espalda del enano, se agacho y le susurró algo al oído mientras el tipo del tocado emplumado los miraba esbozando una sonrisa…

-Bien así que vosotros sois los que queréis ser parte de nuestra comunidad, veo que tenéis buena madera para formar parte de los pilares de esta comunidad, pero como a todo buen pilar, necesitareis de un carpintero que os pulá y  os apuntille, por lo que os designaré un maestro que os  ayude a mejorar, así que un paso al frente, y informar a vuestro futuro hermano mayor de vuestros nombre y vuestras capacidades…

-Yo soy Gray mi escudo y mi espada bastarda  no conocen ni rival que nos derribe ni rival que no podamos derribar…

-Maese Zuarma encárgate tú primero y después que lo entrene a Grant. Dijo Zamael al tipo del tocado emplumado.

Tras esto, Zamael miro al señor del hielo, este dio un paso al frente y dijo:

-Soy Alentanos señor del frio, este es  mi fiel compañero lobo gris, y he de decir que dudo mucho que necesite un mentor…

El encapuchado dirigió unas palabras a Zamael que ni siquiera las orejas de elfo de Duncan lograron escuchar, y el misterioso hombre camino hasta Alentanos, al cual susurró algo en el oido, tras lo cual, el misterioso señor del frio clavo la rodilla en el suelo y no mostro mas señal de vida bajo esa capucha…

Solo quedaba nuestro querido Duncan el cual esperaba ansioso intervenir, aunque cuando le preguntaran por sus habilidades, no tenía muy claro que decir, era un espadachín o un pícaro…

Continuando la ceremonia, Zamael se dispuso a lanzar su mirada a nuestro héroe pero al hacerlo una cara de sorpresa le inundo la cara del forzudo guerrero, y se apresuro a decir con cierto tono sarcástico:

-En todos mis años de aventurero sois el primer elfo fondón que veo, decidme ¿Como habéis logrado superar las pruebas?

Las palabras del líder del gremio crisparon enormemente al joven elfo, el cual lleno de odio, digo  intentando no hacer notar su enfado:
-Con determinación y deseo mi buen señor mío.

 Su mirada desafiante se clavo en Zamael el cual sin inmutarse le replico:
-Mira niño, en esta empresa trabajan hombres en un estado de forma absolutamente sublime, puesto que se nos encargan las misiones más arduas del continente, si aceptara en nuestra casa a un chico de tus aptitudes, caerías en la primera misión a la que te mandaremos, no es que eso me importe, pero si la mala fama que daria este hecho a nuestra empresa,  la cual de una manera u otra dirijo, así que por favor entrena un poco pierde algunos cuantos kilos, o mejor aun, convierte esos kilos en musculo con el que blandir un arma de verdad.
 
-He superado las pruebas tengo derecho como él que mas de entrar en este gremio, además…

Mientras Duncan intentaba evitar ser rechazado mediante la dialéctica, de una de las lámparas del techo se escucho una voz que decía:

-Hijo putaaaaaaaaaaaaaaa. El pajarraco de la taberna, al oír esto a Duncan se le paro el corazón por unos 
segundos y dejo de hablar.
Mientras decía su clásico hijo puta el loro descendió posándose en el hombro de Duncan, el intento quitárselo de encima y antes de que pudiera darle un manotazo el animal soltó por su pico:
-Ladrón, ladrón…

El elfo miro casi aterrado al enano, el cual al oír esto lo miro y dijo con cierto tono jocoso:

-Dejadme a mí entrenarle señor Zamael, si en una semana no está en su peso ideal, yo mismo le echaré de este lugar…

El enano camino hasta el elfo y mientras lo hacia Zamael le pregunto:

-Maese Graves ¿Como pensáis hacerle perder peso en una semana?

-Con el sistema santa María para conseguir lo que deseéis,  mi señor, dijo el enano mientras crujía sus manos y estiraba su cuello…

Jamás nadie recibió una paliza tal como la que recibió Duncan durante esa semana…

Y así es como nuestro querido elfo logro entrar en el gremio de mercenarios de filo espada. Continuara…

martes, 29 de noviembre de 2011

Nuevos amigos


Duncan se apresuro a llamar a la puerta del gremio, esta vez tenia las monedas que necesitaba y estaba preparado para lo que fuera…

Esta vez en lugar de abrirse una portañuela se abrió al completo la puerta, y frente a él una sombría figura apareció, de pelo plateado, su piel poseía un color purpureo, y sus ojos eran negros como la noche…¿Un Drow* por estas tierras? Pensó.
-Buenas tardes, ¿En qué puedo ayudarle? Dijo amablemente el Drow, evitando de una manera natural los rayos de luz que entraban por la puerta…

-Pues traía las diez monedas de oro necesarias para realizar las pruebas. Mientras decía esto Duncan saco la recién adquirida bolsa de monedas

-A bien, espere un momento; PEGPEEE, grito el Drow.

Duncan, observo a su alrededor y vio una entrada bastante sencilla, sin mucho lujo a la derecha una silla justo enfrete una puerta y un pasillo que cortaba la habitación por los lados, mientras observa el emplazamiento por el pasillo de la derecha apareció un pequeño goblin, verde de nariz aguileña, y totalmente desproporcionada, el cual miro a los dos elfos y grito:
-Maldita zea, pretendía robar a eze orejaz picudaz estúpido cuando trajera el dinero, vaya…

-¿Qué pretendías hacer qué? ¿Pero no te da vergüenza? Dijo el Drow totalmente horrorizado:

-Anda y cómeme miz enormes huevoz verdez, con lo que me pagaiz como pa no intenta pillar un dinero extra, en fin, haber tú, el orejaz picudaz regordete zigeme…

Duncan totalmente sorprendido miro al Drow, el cual solo se encogió de hombros y le señalo el camino por el que iba el desvergonzado Pegpe…

El pasillo estaba iluminado por unos ventanucos laterales en el lado derecho (Pared que daba al exterior) la cual otorgaba un aspecto muy místico y dado para la reflexión, algo similar a la de sensación que transmiten los pasillos de un templo de clausura…

Tras unos pocos minutos camiando por el pasillo, el goblin llamo a una puerta y dijo:
-Trylio, tenemoz un nuevo recluta. Tras decir eso, el goblin hizo una reverencia a la puerta aun cerrada y se fue, hecho que dejo aun mas desconcertado añ bueno de Duncan...

Tras esto una voz con un tono muy amable salió de la habitación y dijo:
-Pase sin miedo.

Duncan abrió la puerta y vio una sala enorme, con una mesa circular de gran tamaño situada justo en el centro de la sala que a su vez en el centro de la mesa, tenia una pequeña hoguera que calentaba la habitación, rodeando la habitación se hallaban unas diez literas, cinco por lado, a su vez en cada lado 2 puertas, 1 de madera y la otra de acero, y por ultimo al fondo de la sala paralela ala por la que entro Duncan otra puerta tambiénde acero. Justo en el centro, sentado en una de las silla de la enorme mesa, en una que todo ahi que decirlo, algo más alta que las demás, se encontraba un simpático semielfo, de pelo corto  moreno y con una peculiar perilla del mismo color, que rápidamente se incorporo de su asiento y paso a saludar a nuestro héroe.

-Bienvenido soy Trylio Ragnos y formo parte del gremio de guerreros de Filo espada también conocidos como los Compañeros, soy el encargado de organizar las pruebas de acceso al gremio, entre los que al parecer estas tú, y además has sido el último en llenar el cupo, antes de que me pagues te aviso de que puedes perder la vida en esta prueba y quizás no estés del todo en forma…

Duncan mostro una clara cara de enfado, por el comentario acerca de su físico, y como única respuesta arrojo la bolsa de monedas a la cara del semielfo el cual con una velocidad sobrenatural agarro la bolsa antes de que le impactara…

-Caray, al menos tienes arrojo, pero tu sabrás es tu vida…

Tras un breve silencio Trylio continúo:

-Bueno te enseño esto ¿o qué?

El semielfo informo a Duncan acerca de la instancia, la prueba y los objetivos del gremio, le mostro la primera puerta a la izquierda al entrar, la de madera, la cual conducía a unos amplios aseos, las puertas de acero eran las de la prueba y la otra conducía a unas escaleras que bajaban a una especie de sotanillo en el que se encontraba un gran grupo de aventureros que esperaban a que se realizara la prueba entreteniéndose con una serie de juegos que había en esa sala.

Había un mago, que jugaba al ajedrez con un espadachín humano, un par de semiorcos se echaban unos pulsos al fondo, por otro lado jugando a las cartas se encontraban un humano con un escudo a la espalda, un semielfo con un arco y también un pequeño mediano que bromeaba mientras jugaba, a su vez una especie de Arlequín jugaba a los dardos lanzándolos directos al centro de la diana, pero lo mas inquietante de todo era quizas una misteriosa figura sentada sola en una esquina fumando en pipa, que sin duda alguna fue la que mas impresión causo en el joven elfo…

El fumador estaba encapuchado y solo gracias a la lumbre de su pipa se podían ver sus ojos poseedores de una mirada tan profunda que causaban pavor a cualquiera que mirara fijamente y a su lado, descansaba un lobo blanco como la nieve….   

Duncan se integro rápidamente el grupo, y ceno con todos ellos, pero el personaje encapuchado no dijo nada en todo el tiempo, a la mañana siguiente empezarían las pruebas…

El Arlequín resulto ser un maestro de los malabarismos y los cuchillos al igual que Duncan se había criado entre medianos, y conocía la vida de circo,  le explico a nuestro héroe que seguro conseguiría  entrar en el gremio porque tenía su bola de la suerte, y mientras hacía malabarismos con ella le enseño una pelotita mágica la cual volvía siempre que era lanzada, y que según él le había salvado de más de un embrollo…

A la mañana siguiente todos se levantaron temprano, Duncan estaba de los nervios…

Trylio tras que el grupo desayunara entro en la habitación y les explico a todos en qué consistía la prueba:

-Bien caballeros escúchenme, la prueba la realizarían de uno en uno, consiste en volver a la sala en la que nos encontramos tras pasar por una especie de laberinto de trampas en el que iréis entrado por turnos, primero entrara uno y hasta que no salga o fallezca  no podrá entrar el siguiente y así sucesivamente, os deseo suerte, y si alguien desea que sus restos le sean entregados a alguien pues que me lo digan, y bueno ¿Quién quiere ser el primero?

Nadie parecía dar el primer paso así que el mediano, se levanto y dijo:
-Yo…

Pobre mediano… no sobrevivió… de hecho el semielfo del arco, el mago, los dos orcos y el espadachín cayeron  antes del almuerzo…

Los supervivientes almorzaron, aunque ni el Arlequín ni Duncan fueron capaces de probar bocado…
 
Tras reposar la comida Trylio pidió voluntario, y el humano del escudo se incorporo y dijo:
-Ponedme la armadura e iré yo, Duncan y el Arlequín le ayudaron y una vez pertrechado entro…

Toda la tarde pasó el guerrero en el laberinto, todos cenaron y el guerrero sin aparecer, así que Trylio les dijo:
-Dormir, el guerrero seguro que lo está haciendo ahora, mañana será un día duro…

Se repitió la escena del día anterior y rondando el medio día se abrió la puerta de acero de la derecha…

El guerrero, con su escudo bollado y su armadura medio rota apareció, totalmente ensangrentado y dijo:

-Gray, lo aguanta todo, nada lo derriba. Y tras esto se desplomo.

-¡Tenemos un nuevo hermano! Grito loco de alegría Trylio y comenzó a bailar de una manera tan absolutamente patética que difícilmente puedo describirla… Y tras hacerlo metió un silbido, entrando Pegpe y otro hombre bastante fuerte, llevando una camilla, con la que trasladaron a Gray a la enfermería…

-¿Quién será el siguiente? Volvió a decir Trylio.

El Arlequín guiño un ojo a Duncan y le dijo:
-¡La bola me protege!, camino hasta Trylio le dijo algo al oído y se adentro en el laberinto…

A los 10 minutos aproximadamente Trylio pregunto:

-Ya puede entrar uno de vosotros. O si preferís podéis almorzar.

Duncan sabia que el Arlequín no lo había conseguido, y se apeno…

El misterioso encapuchado se incorporo y dijo yo seré el siguiente, no creo que tarde mucho… Ydejando en esa sala al lobo se adentro con paso firme en el laberinto…

Al rato por debajo de la puerta de la izquierda comenzó a salir un vaho frio… La puerta se abrió y aquel misterioso hombre salió fumando en pipa como si nada diciendo:

-No fue nada para un señor del hielo…

Trylio volvió a bailar de alegría y miro a Duncan el cual desenvaino su arma, trago saliva, miro al interior del laberinto y se adentro en el….

Continuara…



*Nota al lector, Drow es como se conoce a los elfos oscuros en elfico

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Un dia de suerte


La ciudad de Filo espada era un importante urbe, gobernada por un emperador humano, que según decía la leyenda había conseguido alargar su vida mediante algún tipo de artificio mágico,  Filo espada no era capital del imperio, pero el emperador pasaba allí gran parte del año debido al buen clima y a la comodidades que ofrecía aquella gran ciudad, gracias a la escuela de arquitectos  y a su academia mágica, ambas de fama mundial la ciudad gozaba de un sistema de alcantarillados y acueductos, que facilitaba en gran medida la vida diaria…

 Pero lo más peculiar de esta simbiosis tecnológica mágica, fue la denominada tencnomagia,  esta disciplina mágica por desgracia cayó en el olvido pero según dicen las leyendas, permitía realizar el trabajo de un día de un hombre en menos de una hora, por lo que la capacidad de creación de este imperio era casi ilimitada, lo que aumento su comercio abarato precios y supuso una mejor calidad de vida...

Los lugares “comunes” de la ciudad estaban invadidos por objetos de ese tecnomagia, fuentes que expulsaban agua a gran presión, zonas ajardinadas que se regaban solas e incluso a las afueras se situaban unas grandes naves llamadas fabricas en las que se realizaban los procesos “mágicos” que permitían la creación en cadena de herramientas de todo tipo, cerámica, acero, textiles….

Creo que me estoy derivando un poco del tema…. 

Como todos recordamos dejamos a Duncan con la firme determinación de enrolarse en el gremio, al entrar en la ciudad, vio anonadado el enorme pórtico de la ciudad, justo detrás de él un comerciante, gordo con poco pelo, grandes bigotes que arqueaban al final en su cara y con una enorme boina sobre su cabeza que viajaba en una carreta le grito:

-Ahí va la ostia ¡un elfo!

Duncan terriblemente asustado por la voz que metió el hombre de su espalda se giro algo asustado… 

El comerciante al ver su cara le digo:

-Perdone joder no quería asustarte es que ver a un elfo  por aquí es raro, la última vez que vi uno era más pequeño que mi hacha. 

Duncan se inclino y pudo ver cómo tras el hombre se observaba una enorme hacha, la cual podria ser perfectamente mayor que cualquier mediano…

El Comerciante se intereso por la razón que traía a un elfo a un lugar como Filo espada, nuestro héroe se lo conto sin reparos y el comerciante se ofreció a llevar a Duncan hasta el gremio…

Al subirse al carro Duncan se presento cortesmente y el comerciante le dijo:
-Yo soy Aritz el leñador, soy un humilde comerciante de leña así como ebanista conocido en el mundo entero…

Mientras Aritz comentaba esto, un hombre enorme que sacaba a nuestro héroe (que a pesar de ser un elfo, no superaba los 1,65 de altura) más de medio metro, el cual portaba una flamante armadura y un enorme espadón tan grande como él, les dio el alto y digo con voz firme:
- Aritz quien es tu acompañante.
-Este es mi pequeño amigo Duncan (respondió el comerciante) pretende alistarse en el gremio de mercenarios de la ciudad.

-Bien puede pasar, pero espero que no de problemas…. Dijo el guardia.

Tras esta escena, Aritz estuvo canturreando, bastante mal (para el oído entendido de Duncan),  y derrepente el comerciante le soltó, algo que no venia a cuento:
- Oye Duncan por lo que se, ¿los elfos no eran tipos delgados y agiles?

Duncan arqueo una ceja y con cara de asco dijo, tu tampoco estas hecho un palillo…
-Joder Duncan no te enfades, que me pareció raro ver un elfo tan “rellenito” replico Aritz.

Duncan algo ruborizado dijo con cierto tono de enfado:

-Si vives durante más de 60 años con medianos acabas teniéndote que acostumbrar a comer 7 u 8 comidas al día…

Aritz solo alcanzó a decir justo antes de romper a reír con una estrambótica risa, ¡Ahí va la ostia!

Tras que dejara de reír Aritz hubo un silencio incomodo, durante el camino y la conversación Duncan estuvo observando a su alrededor, parecía que la calle principal tenía mucho bullicio con una enorme cantidad de comercios a los lados, tiendas de armas, de pergaminos mágicos, bares, peluquerías e incluso vio una pastelería, la cual le recordó lo mucho que le gustaban los pasteles al  “er papa”…

Tras el silencio Aritz comunico al joven elfo, que estaban frente a su destino…

El lugar más que una casa de mercenarios parecía una iglesia reformada, los pórticos enormes y en lugar de tener santos adornados la entrada tenía escenas de combate, en la que héroes se batían en duelo con criaturas de todo tipo.

Duncan descendió del carro, y se despidió de su nuevo “amigo”, el cual le indico donde estaba su casa por si necesitaba algo…
Lleno de felicidad al haber llegado por fin a la que esperaba seria el inicio de un sinfín de aventuras llamo al portón repetidas veces. A la cuarta o quinta vez una voz entre cortada vocifero un sonoro ¡vaaa!
Unos segundos más tarde una portañuela a la altura del pecho se abrió y unos ojos recelosos miraron al elfo…
-¿Que te paza a ti orejotaz? Dijo con una voz chillona el ser que se escondía tras el portón

Duncan no sabía muy bien que decir, tras semejante escena, probablemente no era lo que esperaba. El elfo tras unos breves segundo respondió con una tambaleante voz

-Esto quería unirme al gremio…
La voz casi sin dejar terminar a Duncan le respondió:
-Traez la pazta¿?

-Disculpe (dijo totalmente extrañado Duncan)

-La pazta, el dinero, el oro… tras unos segundos de silencio la voz volvió a intervenir… Las 10 monedaz de oro nezezariaz pal examen, ya zabez las cuotaz y laz taxaz…

El elfo no se lo podía creer, y de nuevo balbuceando dijo:
-No, disculpe no sabía que hubiera que pagar…

-No sabía que hubiera que pagar (le replico la voz con cierto tono de imitación, riéndose claramente de su balbuceo).

Tras esto se oyó abrirse otra portezuela, esta vez más abajo, el elfo miro y vio la punta de una flecha apuntar a la zona que diferencia claramente a un elfo de una elfa, y en ese instante la voz dijo:

-Fuera, no me robez mas el tiempo o hoy almuerzo tortilla…

Duncan sin pensarlo salió por corriendo de allí estuvo corriendo un buen rato y acabo entrando en una posada cercana…
La posada del duende verde, curioso lugar, llegue a visitar sus ruinas, debió ser un lugar acogedor, pero bueno no desvarió mas, a si que como decia; nuestro héroe se sentó cojió su bolsa de oro y vio solo 1 moneda de oro y 8 de plata, (el sistema monetario era como es actual 1 de oro 10 de plata 1 de plata 10 de cobre).

La posada estaba abarrotada, lógico era la hora del almuerzo, mientras Duncan miraba a su alrededor una camarera, no muy hermosa todo hay que decirlo, aunque perfecta para una noche fría, le pregunto:
-Hola monada ¿algo para almorzar?
Duncan pidió un menú con vino y tras marcharse la camarera observo la posada, había bastante gente pero sobre todo destacaba un grupo fuertemente armado de probablemente aventureros, eran 7 tipos grandes y fuertes, portaban diferentes armas a sus espaldas como  mazas, hachas y espadas, la verdad es que aunque sabía que esos tipos seguro tendrían el dinero que necesitaba pero no le servian pues al intentar quitárselo existia la posibilidad de que le descubrieran lo cual podria resultar nefasto para su salud…

A parte un enano andrajoso comía en la mesa de alado de los aventureros y junto al enano posado en su hombro, una especie de pajarito de colores muy vivos, predominando sobretodo el rojo, conocido como loro, que respondía al nombre de Pajarraco o Sargento McGee…

La camarera trajo a Duncan el almuerzo y tras terminar de comer volvió a echar un vistazo a su alrededor y pudo contemplar como el loro voló del hombro del enano posamdose en la mesa de los aventureros, diciendo muy alto:
-Hola hijo putaaaaaaaas

Los aventureros al oír al pájaro decir eso comenzaron a reírse, pero en ese momento el pájaro movió su culete y se cago en la comida de uno de los aventureros, los hombres miraron al compañero con la comida cagada y de repente uno de ellos ser rio y el loro dijo: 
-No te rías hijó putaaaa, que para ti ahí mas, y repitió la misma acción que anteriormente realizo en el plato del otro aventurero.

En ese instante el pájaro fue agarrado violentamente por uno de los hombres que empezó a estrangularlo, en ese instante el enano se levanto y endoso un gancho de derecha en toda la boca del estomago del aventurero reventando por completo la coraza de aquel pobre diablo, que cayó sin remedio al suelo a causa del impacto, tras esto el loro se escapo volando hasta una de las lámparas del techo gritando:
-Adiós hijo putaaaaaaaaaas

Tras ver caer a su compañero, un mazazo por parte de otro de los guerreros fue a parar al enano lanzándolo por los aires hasta la mesa de Duncan volcándola y dejándole inconsciente.

Era la oportunidad de Duncan, y sabía que la iba a aprovechar…

Un oportunísimo bardo grito: ¡TENEMOS PELEA! Y todo el bar se unió a la refriega.

Rápidamente Duncan sustrajo la bolsa de monedas del enano y salió velozmente de allí, la bolsa contenía 10 monedas de oro, era su día de suerte…
Continuara….

miércoles, 16 de noviembre de 2011

El nacimiento de un nombre...




Hace cientos de eones, durante una época mística, una época oscura, llena de misterio, donde el poder de la espada y la hechicería se imponían a la razón, existió una noble casta de elfos, conocidos como la casa de Anar, guerreros orgullosos, maestro de la espada y destacados en el uso de la magia, gracias a ellos la arboleda elfica de Aranrulth alcanzo la fama y la gloria, imponiendo su fuerza militar por todas las regiones colindantes a su reino…

Pero como todo  en este mundo a la casa de Anar le llego  su hora, y sobre eso os vengo a hablar hoy sobre el fin de esta casa y el inicio de las aventuras del último elfo de la casa Anar,  Duncarith Anar…

Nuestro heroe, nació como he dicho bajo el amparo de la antigua casa noble de los Anar, su familia provenía de una larga casta de agiles guerreros élficos, siendo además una de las más influyentes dentro de su arboleda de procedencia, paso una infancia excelente, rodeado de todo lo que deseara, y culminada con el amor de sus padres, los cuales se volcaron en su educación, le enseñaron poesía, oratoria, danza, astrología, ética y costumbres e incluso el lenguaje de los dragones, pues se esperaba que algún día conociera los secretos de la magia dado que desde pequeño mostro una aguda inteligencia, aun así como era costumbre en su casa, desde que empezó a caminar se le puso una hoja fina elfica* en su mano y se le adiestro en el uso de tan honorable filo.

Por desgracia esta idílica infancia se trunco, su arboleda fue asaltada, sus parientes y amigos asesinados o vendidos como esclavos en tierras lejanas, unos misteriosos mercenarios sin razón alguna atacaron sin piedad, su padre huyo con él todavía infante de la arboleda, pero fue perseguido por todo el bosque, la cabeza del líder de los Anar era todo un reclamo para estos asesinos….

A pesar de lo diestro que era su padre en combate, sabía que sus perseguidores no se batirían con el de una manera honorable, sino que le darían caza como a un conejo…

Con todo el dolor de su corazón, el padre no tuvo más remedio que dejar a su hijo…
Lo tapo con una capa que había arrancado de uno de estos malhechores, para que si un día el hijo deseaba vengar a su pueblo tuviera por dónde empezar, pues la capa portaba un símbolo que le serviría de pista, mas no era este el deseo de su padre, el elfo solo rezaba por que sobreviviera y llegar a adulto, su hijo, su amado hijo tenía que continuar su legado, vivir una vida, descubrir los secretos del mundo…

Lo escondió como pudo tras unos matorrales y corrió, sus perseguidores no tardaron en abatirlo y el horrorizado infante pudo ver como llevaban la cabeza de su difunto padre atada en la silla de uno de sus caballos…

Cuando el niño salió del tremendo pavor que sentía, reuniendo todo su valor, salió del escondrijo y recogió la espada de su padre, esos malhechores no eran capaces de darse cuenta del valor del arma que habían dejado allí…

El niño vago sin rumbo unos cuantos días… sin comer más que bayas, acabo por caer desfallecido cerca de un rio…
De repente despertó alentado por una calidez que sentía a su alrededor, se encontraba, junto a un fuego, en lo que parecía un campamento, con la vista todavía algo nublada vislumbró una extraña figura que le hablo:

-Niño! Por fin despertaste! Que jasias en medio der bosque, tu jolo, que se te a perdió tu mare¿?

(tras esto una voz femenina intervino)

-Tobías, deja al muchacho, no ve k esta desorientao y muerto frioo anda dale de mi sopa ya hablará…

-Raque! ( otra  tercera voz) jesta ya la sopa?¿

Si, ya esta terminá (replico la voz de mujer)…

Era un grupo de medianos nómadas, mientras el infante comía, los medianos le contaron que eran todos familiares, que eran un grupo de variedades, (variedades entre las que se encontraban, la compra venta de objetos de dudosa procedencia, el robo, y algunas actividades más “legales” todas ellas)  tras esto le preguntaron al crio su nombre y él se levanto y dijo:

Yo soy Dhuncarith Anar, hijo de Tyroiel Anar y Lilian de los viento ligero,  Nieto del valeroso Ventralthir Anar el sabio, descendiente de…..

Tras una amplia reseña a sus orígenes familiares, el líder de esta compañía de “variedades” llamado  Jusepe pero conocido en el grupo como “er papa” dijo:

-Tó eso es tu nombre¿? Pos a partir de este momento te llamarás Duncan.

Todos los medianos metieron un grito de alegría, “Er papa” lo acababa de adoptar y así es como “Duncan” aprendió el camino del pícaro…

Tras pasar bastantes años con estos medianos de pueblo en pueblo, decidió buscar su destino, se despidió de la que fue su segunda familia, donde tratado como a un hijo, y se enrolo en el gremio de mercenarios de Filoespada, pensando que quizás allí encontraría un camino que seguir…


*Nota para el lector: la hoja fina elfica es similar a un estoque pero con el tamaño de una espada larga,  pero mucho más ligera y fina, permitiendo entrar con facilidad en los huecos de cualquier armadura.