Un silencio sepulcral inundaba la sala, una humedad sofocante perturbaba los sentidos del valeroso elfo que se adentraba en tan peligroso laberinto que le costó la vida a su amigo el Arlequín…
No habían transcurrido ni cinco minutos en su incursión por el laberinto cuando vio la bola de la suerte de su difunto amigo, la recogió con cuidado la observo unos segundos, probablemente fue en ese punto donde falleció, ¿pero como? se dispuso a guardar la bola en su mochila cuando tuvo una idea:
-Normalmente suelen haber trampas en estos lugares, quizás si…
El elfo hizo rodar delante de él la bola y justo a escasos metros de él una cuchilla giratoria hizo aparición delante de él, la bola al ser tan pequeña no fue alcanzada por el objeto, así que sin más dilación el elfo deslizo su mochila por el suelo, imitando el trazo de la bola en su movimiento, el mecanismo volvió a activarse y de la misma manera que la bola no fue alcanzada, su mochila tampoco, ahora era su turno, ahora maldecía los bollos que comía durante su estancia con los medianos, y deseaba que su leve, pero notoria circunferencia en la zona abdominal no sufriera percance alguno, cogió carrerilla y justo antes de llegar se dejo caer hacia atrás flexionando las piernas, pasando a unos milímetros de la afilada cuchilla…
-Uf, suerte de que es suelo estaba algo mojado. Pensó Duncan en voz alta.
-Uf, suerte de que es suelo estaba algo mojado. Pensó Duncan en voz alta.
Guardo “la bola de la suerte” y continuo por angostos y tortuosos pasillos en los cuales supero varias trampas que para su entendimiento resultaban bastante simples, tras varias horas llego a una sala amplia, circular, con varias puertas en la circunferencia, al adentrarse en la sala, la puerta por la que entro se cerró y la pared de la sala comenzó a moverse hacia la derecha rápidamente, luego hacia la izquierda, y vuelta a empezar, Duncan se movía hacia todos lados intentando seguir la puerta por la que había entrado, pero pronto la perdió, y al poco de perderla la pared dejo de moverse.
Nuestro héroe, no sabía qué hacer, decidió guiarse por su intuición, se acerco a una puerta y justo antes de abrirla, tubo una idea, quizás la bola le seria de utilidad de nuevo, la saco de su mochila y el dejo caer, la bola para su sorpresa comenzó a rodar.
-Parece que la sala esta inclinada, sorprendente. Pensó el elfo
Nuestro héroe, no sabía qué hacer, decidió guiarse por su intuición, se acerco a una puerta y justo antes de abrirla, tubo una idea, quizás la bola le seria de utilidad de nuevo, la saco de su mochila y el dejo caer, la bola para su sorpresa comenzó a rodar.
-Parece que la sala esta inclinada, sorprendente. Pensó el elfo
La bola rodo y rodo y termino por pararse en una puerta, el elfo la miro, puso la mano en el pomo, para abrirla, pero antes de hacerlo se agacho para coger la bola, al guardarla en su mochila, dijo en voz alta:
-Pobre Arlequín.
Tras guardarla, se giro y en vez de abrir la puerta puso rumbo a la de enfrente y la abrió, y pudo ver, al final de la sala que tenía delante una puerta de acero, como las que daban a la salida, corrió hacia la puerta de la sala siguiente, pero al oír cómo caía un rastrillo en el marco de la puerta que acababa de atravesar, instantaniamente noto que algo iba mal, y observo como una criatura aterradora, con forma de humano esmirriado, pero de ojos rojos como fuego y enormes dientes afilados, dejaba lo que estaba haciendo y como si de un depredador sediento de sangre se tratara, se dirigió medio agazapado hacia Duncan, el cual observo aterrado como lo que esa criatura había tirado al suelo no era otra cosa que una mano, rápidamente reconoció horrorizado que era la del espadachín…
-Mierda mierda mierda. Decía el elfo mientras pretendía mantener a ralla con la punta de su espada al horribles ser que se quería abalanzar sobre él.
Mientras retrocedía, el elfo tropezó con un hueso que había en el suelo y la criatura no perdió la oportunidad abalanzándose sobre nuestro héroe.
Pero ese no era el día en el que la muerte se llevaria a Duncan, quiso el destino que con la caída el filo de Duncan quedara perpendicular al suelo, atravesando fácilmente a la criatura al abalanzarse tan violentamente sobre el elfo, causándole una muerte casi instantánea.
Duncan aun aterrado se quito al ser de encima, y se incorporo velozmente, respiro profundamente y conforme su corazón se tranquilizaba miro a su alrededor, y vio con estupor como los huesos que había en la sala se amontonaban formando la estructura ósea de un hombre, Duncan saco el filo del extraño ser que yacía muerto en el suelo y salió como perseguido por el diablo corriendo hacia la puerta la abrió, entro en la siguiente sala y conforme cerraba vio como lo que antes era un esqueleto se había convertido en otro de esos seres, el cual salió corriendo y comenzó a devorar a su congénere muerto…
Clavo su espalda en la puerta de acero y mientras resbalaba por la puerta hasta dejar sus posaderas en el suelo pudo ver bailando y loco de alegría a Trylio que festejaba que Duncan lograra completar la iniciación…
Conforme dejo de bailar Trylio dijo:
Duncan aun aterrado se quito al ser de encima, y se incorporo velozmente, respiro profundamente y conforme su corazón se tranquilizaba miro a su alrededor, y vio con estupor como los huesos que había en la sala se amontonaban formando la estructura ósea de un hombre, Duncan saco el filo del extraño ser que yacía muerto en el suelo y salió como perseguido por el diablo corriendo hacia la puerta la abrió, entro en la siguiente sala y conforme cerraba vio como lo que antes era un esqueleto se había convertido en otro de esos seres, el cual salió corriendo y comenzó a devorar a su congénere muerto…
Clavo su espalda en la puerta de acero y mientras resbalaba por la puerta hasta dejar sus posaderas en el suelo pudo ver bailando y loco de alegría a Trylio que festejaba que Duncan lograra completar la iniciación…
Conforme dejo de bailar Trylio dijo:
-Bien vuestro compañero Gray despertó, así que ha llegado el momento de que vosotros los nuevos integrantes del gremio conozcáis al líder de nuestro grupo, el cual como ya sabéis nombra un instructor para cada uno a fin de que mejoréis vuestras capacidades únicas. Mientras decía esto el misterioso “señor del hielo” esbozo una sonrisa…
Trylio ayudo a incorporarse a Duncan y le hecho una mirada de arriba abajo, tras lo cual perplejo le dijo:
-Parece que no estáis herido…
-Bueno me duele un poco la cabeza. Le respondió Duncan echándose una mano al lugar de la cabeza que golpeo el suelo cuando tropezó.
-Eso se cura con cerveza. Dijo Gray mientras se incorporaba de una de las camas.
Los tres rieron con el comentario, mientras el señor del hielo se levantaba de su asiento y camino hacia la puerta de salida junto con su lobo…
Los tres rieron con el comentario, mientras el señor del hielo se levantaba de su asiento y camino hacia la puerta de salida junto con su lobo…
-¡Vayamos pues! Grito alegremente Trylio.
Tras caminar un poco por aquel complejo, llegaron a una sala grande, con una forma similar a la que tiene la capilla de una iglesia, la cual a los lados tenía un montón de armas y trofeos de todo tipo.
Justo donde se situaría el atril se encontraba un sillón de madera negra, probablemente de la conocida madera elfica llamada “maderaoscura”, los reposabrazos del magnífico asiento estaban decorados con dos cabezas de león hechas en oro, su respaldo poseía unos grabados preciosos y estaba coronada por una escultura tallada esta vez en madera de roble por dos dragones que luchaban entre sí
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Justo donde se situaría el atril se encontraba un sillón de madera negra, probablemente de la conocida madera elfica llamada “maderaoscura”, los reposabrazos del magnífico asiento estaban decorados con dos cabezas de león hechas en oro, su respaldo poseía unos grabados preciosos y estaba coronada por una escultura tallada esta vez en madera de roble por dos dragones que luchaban entre sí
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Sentado en la silla estaba un hombre mayor, muy musculado, con una imponente armadura negra, decorada con tonos dorados y cabe destacar unas pieles de tigre colocadas como decoración sobre las hombreras de su armadura, a su lado, apoyada en el sillón una preciosa lanza, la cual probablemente sería su arma favorita.
A sus lados había dos hombres uno alto y encapuchado, y al otro uno bastante bajito pero muy fibroso, que portaba unos extraños ropajes de entre los cuales debe nombrarse un extraño tocado emplumado que portaba a modo de sombrero…
El primero de estos dos hombres, Duncan lo catalogo como un mago o hechicero, pues potaba un cayado típico de esta clase de individuos, por otro lado el hombre bajito resultaba bastante esperpéntico no solo por su aspecto, bastante peculiar sino por el imponente aunque extraño Sable que en vez de llevar del cinturón estaba, a causa de su tamaño, obligado a llevar a la espalda.
-Mi buen señor Zamael, aquí le traigo a los nuevos compañeros del gremio, los cuales esperan ansiosos su beneplácito así como que les designe un maestro. Dijo Trylio mientras clavaba una rodilla en el suelo.
El poderoso Zamael se disponía a hablar cuando de una puerta secreta que había en uno de los laterales de la sala, salio un enano gritando:
El poderoso Zamael se disponía a hablar cuando de una puerta secreta que había en uno de los laterales de la sala, salio un enano gritando:
-Siento llegar tarde, tuve una trifulca en el bar. La sangre de Duncan se helo al reconocer al enano como el antiguo dueño del dinero de su inscripción…
-No hay problema, maese Graves, estaba a punto de hablarle a nuestros nuevos compañeros. Dijo Zamael.
-No hay problema, maese Graves, estaba a punto de hablarle a nuestros nuevos compañeros. Dijo Zamael.
El encapuchado del bastón, coloco su mano en la espalda del enano, se agacho y le susurró algo al oído mientras el tipo del tocado emplumado los miraba esbozando una sonrisa…
-Bien así que vosotros sois los que queréis ser parte de nuestra comunidad, veo que tenéis buena madera para formar parte de los pilares de esta comunidad, pero como a todo buen pilar, necesitareis de un carpintero que os pulá y os apuntille, por lo que os designaré un maestro que os ayude a mejorar, así que un paso al frente, y informar a vuestro futuro hermano mayor de vuestros nombre y vuestras capacidades…
-Bien así que vosotros sois los que queréis ser parte de nuestra comunidad, veo que tenéis buena madera para formar parte de los pilares de esta comunidad, pero como a todo buen pilar, necesitareis de un carpintero que os pulá y os apuntille, por lo que os designaré un maestro que os ayude a mejorar, así que un paso al frente, y informar a vuestro futuro hermano mayor de vuestros nombre y vuestras capacidades…
-Yo soy Gray mi escudo y mi espada bastarda no conocen ni rival que nos derribe ni rival que no podamos derribar…
-Maese Zuarma encárgate tú primero y después que lo entrene a Grant. Dijo Zamael al tipo del tocado emplumado.
Tras esto, Zamael miro al señor del hielo, este dio un paso al frente y dijo:
-Soy Alentanos señor del frio, este es mi fiel compañero lobo gris, y he de decir que dudo mucho que necesite un mentor…
El encapuchado dirigió unas palabras a Zamael que ni siquiera las orejas de elfo de Duncan lograron escuchar, y el misterioso hombre camino hasta Alentanos, al cual susurró algo en el oido, tras lo cual, el misterioso señor del frio clavo la rodilla en el suelo y no mostro mas señal de vida bajo esa capucha…
Solo quedaba nuestro querido Duncan el cual esperaba ansioso intervenir, aunque cuando le preguntaran por sus habilidades, no tenía muy claro que decir, era un espadachín o un pícaro…
Continuando la ceremonia, Zamael se dispuso a lanzar su mirada a nuestro héroe pero al hacerlo una cara de sorpresa le inundo la cara del forzudo guerrero, y se apresuro a decir con cierto tono sarcástico:
-En todos mis años de aventurero sois el primer elfo fondón que veo, decidme ¿Como habéis logrado superar las pruebas?
Las palabras del líder del gremio crisparon enormemente al joven elfo, el cual lleno de odio, digo intentando no hacer notar su enfado:
-Con determinación y deseo mi buen señor mío.
Su mirada desafiante se clavo en Zamael el cual sin inmutarse le replico:
-Mira niño, en esta empresa trabajan hombres en un estado de forma absolutamente sublime, puesto que se nos encargan las misiones más arduas del continente, si aceptara en nuestra casa a un chico de tus aptitudes, caerías en la primera misión a la que te mandaremos, no es que eso me importe, pero si la mala fama que daria este hecho a nuestra empresa, la cual de una manera u otra dirijo, así que por favor entrena un poco pierde algunos cuantos kilos, o mejor aun, convierte esos kilos en musculo con el que blandir un arma de verdad.
-He superado las pruebas tengo derecho como él que mas de entrar en este gremio, además…
Mientras Duncan intentaba evitar ser rechazado mediante la dialéctica, de una de las lámparas del techo se escucho una voz que decía:
Mientras Duncan intentaba evitar ser rechazado mediante la dialéctica, de una de las lámparas del techo se escucho una voz que decía:
-Hijo putaaaaaaaaaaaaaaa. El pajarraco de la taberna, al oír esto a Duncan se le paro el corazón por unos
segundos y dejo de hablar.
Mientras decía su clásico hijo puta el loro descendió posándose en el hombro de Duncan, el intento quitárselo de encima y antes de que pudiera darle un manotazo el animal soltó por su pico:
-Ladrón, ladrón…
El elfo miro casi aterrado al enano, el cual al oír esto lo miro y dijo con cierto tono jocoso:
-Dejadme a mí entrenarle señor Zamael, si en una semana no está en su peso ideal, yo mismo le echaré de este lugar…
El enano camino hasta el elfo y mientras lo hacia Zamael le pregunto:
-Maese Graves ¿Como pensáis hacerle perder peso en una semana?
-Con el sistema santa María para conseguir lo que deseéis, mi señor, dijo el enano mientras crujía sus manos y estiraba su cuello…
Jamás nadie recibió una paliza tal como la que recibió Duncan durante esa semana…
Y así es como nuestro querido elfo logro entrar en el gremio de mercenarios de filo espada. Continuara…